A pesar de un buen arranque que alcanzó a ilusionar a la hinchada pastusa, el Deportivo Pasto se fue diluyendo en el partido y terminó cediendo un empate ante Rionegro. Desde los primeros minutos, el equipo nariñense buscó el arco rival y antes del minuto 10 ya contaba con dos opciones claras de gol. Así, al minuto 18, el uruguayo Anchen con un buen cabezazo inflaría la red de los antioqueños para el goce de la parcial local que esperanzada, esperaba ver un equipo fortalecido y sólido con la ventaja. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario y el visitante se hizo del balón y de a poco fue creando riesgo sobre el arco de Meza. A 6 minutos del final de la primera parte llegó el empate cuando Piedrahita recibe solo el balón dentro del área grande, domina de pecho y vence al guardameta pastuso. No hubo tiempo para más, y los primero 45 minutos marcaban un empate que se antojaba justo.

Para la segunda mitad, Pasto sale con nuevos bríos y empieza a tomar la iniciativa nuevamente. Es por eso que al minuto 50, Anchen cobra un tiro libre desde la zona izquierda y encuentra la cabeza de Walden Vargas para derrotar al arquero antioqueño y poner a los nariñenses una vez más arriba en el marcador. Pasto no renuncia al ataque y se encuentra con un Rionegro que le apostó a buscar los espacios que el local le brindaba.

Lastimosamente, al minuto 63 en una jugada extraña, Meza, Vargas y Piedrahita se chocan dejando el balón deambulando frente al arco pastuso, situación que el delantero rionegrino aprovecha para decretar el empate. Pasto no pudo reaccionar y fue ineficaz para vencer la barrera que los visitantes pusieron a partir de ese momento, y que solo buscaba mantener el resultado, a punta de mantener el balón y de la pérdida deliberada de tiempo.

Al final, Pasto salió de la cancha en medio de reproches y silbidos de sus hinchas, dirigidos especialmente al técnico Herrera. Si bien es cierto que el rendimiento del equipo es bastante regular en lo que va del campeonato, no se justifica que los reclamos se hagan con violencia y se lancen objetos a los jugadores de su propio equipo. Es cierto eso sí, que tanto técnico como jugadores deberán "tocarse" y poner más de si, para mejorar lo hecho hasta el momento.

Otro hecho negativo constituye la inconsciente disputa entre Attake Massivo y La Banda Tricolor, las dos barras más grandes de nuestro equipo, en un hecho que atenta contra la identidad nariñense y pastusa y que en nada beneficia a los intereses de Deportivo Pasto como institución representativa de nuestra región. Todos somos parte de esta tierra y como tal, en lugar de dividirnos por cualquiera que sea el motivo, debemos permanecer muy unidos justamente ahora con mayor razón, cuando el equipo necesita del apoyo incondicional de todos y cada uno de los que dicen llamarse "hinchas fieles".

No estamos a favor ni en contra de ninguno de los implicados, ni tampoco justificamos el hecho que haya provocado el conflicto; el llamado es a la calma y a la tolerancia de parte y parte, todo en pro de retomar el título de ser la mejor hinchada del país, la cual siempre se caracterizó por su apoyo incondicional, pero también por su civismo, tranquilidad y camaradería.